Mirando en sitios prohibidos encontré una foto mía de pequeño. Era gordo, más bajito, y feliz. Claro que la felicidad existe, somos felices cuando no sabemos lo que es la felicidad. También recordé cuando las cosas pequeñas me llenaban más que un testamento, y cuando un gesto me condecoraba dueño de ti. Son curiosas vivencias que a lo mejor no dejan huella, pero si dejan aroma a sonrisa.
Lo conseguimos porque no sabíamos que era imposible.
Sí, no me culpes por quererte
No hay comentarios:
Publicar un comentario
rdtfgyuhj