viernes, 22 de julio de 2011

hasta en verano es bueno siempre llevar un abrigo.

fustigando camino por tu pasarela, sin un ritmo constante necesito evacuarme a menudo. nunca jugaste con fuego, solo te gustaba mirar como brillaba. se que las cosas son como son y que las estaciones pasan, pero este termometro esta empezando a encajar como si fuera de otra epoca, las diferencias de temperatura.

sábado, 16 de julio de 2011

Manejar el silencio es más difícil que manejar la palabra

Ayer, ahondando en sus huellas dactilares, un joven descubrió que hay que ser valiente. La presencia de un alma cercana vale más que un abrazo encordado en sangre. Nunca nos dejarán. Creo, que hay cierto tipo de personas que, azotándote a la egipcia manera, hacen que tus cicatrices sean duras como el hierro, inflexibles como la razón. No todos tenemos un cometido. Él supo, cuando debió saberlo, que había vivido para morir. Mirose asustado en el espejo y frunció el ceño. Su asustadizo rostro tenía miedo de su entereza. Asumir. Bajó las escaleras destino el final. Encontrose a aquellos que lucharon por él. Alejose indiferente, como mal enganchado a la rutina. Miráronle con dulzura y continuaron lamentándose de su insulsa asociación. Como en una poesía, sus pasos rimaban con la inaudible música que escuchaba. Una voz le carcomía intentando tumbarlo, pero era inútil. Murió como un hombre, y un hombre desearía vivir como lo hizo él. Dejando atrás convicciones, dejó de sentir hace mucho, mucho tiempo. Su corazón se hizo de piedra con momentos clave, y ahora no hay quien lo reconduzca. Benditos mandamientos que le obligan a ser un infeliz sin sus deseos. Dejó pedacitos de vida escondidos en personas. Algunas veces queriendo y otras sin más remedio. Ahora se lamenta. La curvatura de sus labios ya no es independiente de su medio interno. Sus lágrimas ya no son sinceras con él mismo. Murió como un hombre, vivió azotado. Suena friki, pero tengo horrocrucks que debo proteger, aunque duela.

viernes, 15 de julio de 2011

Lately I've been hard to reach, I've been too long on my own.

Ahora mismo no sé que puedo aportar. Qué deparará todo esto. Como equiparar la sensación de asesino con la sensibilidad de perro muerto. Pedirle a una nube que no deje caer el agua que lleva contenida durante quien sabe cuanto tiempo... estás loco. No para de llover, Los cántaros no aguantan la presión de gotas incesantes, pide a rezos que le sea eliminado su tormento.
Cada uno tiene un mundo privado en el que estar solo. Insultar a las autoridades no está penado y robar es tan usual como respirar. O eso quiero pensar. Quiero estar solo. Que nadie me acompañe en el viaje de aquí a... no lo sé. Muchas cosas van a cambiar. Ya que con mudar la piel no es suficiente, voy a desaparecer. El vagabundo de melodías es ahora un arquitecto de interiores.

martes, 12 de julio de 2011

De tornada al meu idioma

Hace tiempo tuve un mal augurio, y no se hizo de rogar. Se acabaron las explicaciones para principiantes y pondré el sello donde corresponde. Nada tiene el mismo sentido que cuando empezó el estallido. Ni si quiera los significantes son los mismos. Lo veo todo de otro color, aunque tal vez color no sea el vocablo más adecuado; tonalidad. El gris asola mis pasos como si fuera pisando el cemento seco que, húmedo, nos unió. Un gris más pardo se deja ver por las esquinas, perturbando mi paz, siempre indispuesta. Y el negro... un negro azabache tras mi reflejo en el espejo. Paradójicamente, son más cordiales los saludos que me mandas fuera del papel que los escritos con saña. Tal vez es que la locura se quiere unir a la fiesta, y donde tres son multitud, diversión asegurada. No sé que deparará el futuro, esa baza es inestable como tú.
En este blackjack, para hacer 21 también se puede ir de as en as.

domingo, 10 de julio de 2011

Al costat del alba

-Viejas añoranzas que hacen que respetes melodías de brasas ya quemadas. Aquel tiempo de cascos impares ya quedan en la recámara de una mente muerta, esa que ya ni siquiera ve pasar las oportunidades brillantes que unos ojos enfermos ofrecen. Ya no importa cuantas palabras dibujes en el aire, solo existe una combinación musical que haga despertar a un corazón arañado por las falsas declaraciones. Sólo demanda una cosa aquel abandonado envoltorio: la transparencia de una corriente salvaje de rápidos que al final, sin intención, te estrella contra un mar cargado de ideales redes de esperanza.
+Te echo de menos.


Mi corazón sigue en ayuno en un constante ramadán. Es otro texto escrito, otro aullido, otra erupción del volcán. ¿Y tú caminas con el mundo a tus pies... o a tus espaldas?

Vull matar el peix que porto dins

Desnudaría el verano si de una noche loca se tratase. No es tiempo de pensar en las consecuencias. El ojalá de cordero degollado quedó atrás hace mucho tiempo. Nosotros mismos nos incordiamos repasando en forma de lista aquellos fallos de aquel momento crucial que pudo hacer que la situación, en este momento, fuera perfecta. Pero sabéis que? Siempre vais a tener la sensación de que habéis fallado, hagáis lo que hagáis. Regaléis el cielo o hurguéis entre la más miserable mierda. Conocéis a la lágrima? No siempre asoma, pero siempre está ahí. Para llorar no hace falta humedecer los cachetes. He visto llorar a una pecera. A una pecera? Sí, a una pecera. Cree que por su culpa el pez que había dentro no pudo aguantar más, y se dio la vuelta. Quiso ser más grande, quiso tener mejor agua, quiso poder darle más compañía. Pero tan solo almacenaba algo más vivo de lo que ella será jamás. Quiero matar al pez que llevo dentro.

miércoles, 6 de julio de 2011

I em vaig enganxar de cara tot just trepitjar el "welcome" de l'estora

Romper el cielo a pinceladas. Como si no hubiera un mañana, saltar encima de la cama. Columpiarme hasta quedarme suspendido en el aire. Respirar el aroma a libertad. Tal vez fracase en cada uno de mis objetivos, pero siempre me quedará una ciudad, un idioma, alcohol, música, escribir. Me da igual si lees esto. Ojalá pudiera redimir las ganas de saltar por tu ventana. Fingir que no te veo, y saber que pudo ser mucho mejor. Me quedará la fantasía. Coger cada una de tus palabras teledirigidas y mandarlas de vuelta a casa. Ponerme una camisa de botones sin suspirar al abrocharme el penúltimo botón. Que cuando fume no me mires entre el humo. La rana, desde el estanque, no ve la vastedad del océano. No se imagina nada más allá de sus juncos y de su agua turbia, su hogar. Fuiste mi hogar. Me escapé por un tiempo, queriendo ver si detrás de lo bueno, había majestuosidad. Y me pegué de bruces nada más pisar el "welcome" del felpudo. Me faltas, me ahogas. Mi intención no es hacer de esto una plegaria. Juré jamás comportarme como un fugitivo. Pienso salir ahí y romper el cristal a cabezazos, y si no me abres, tendrás un fiel espectador a los pies de la fachada.