miércoles, 24 de agosto de 2011

En realidad, la atracción o el afecto no son más que simpatía de la costumbre.

Ningún gran artista ve las cosas como son en realidad; si lo hiciera, dejaría de ser artista.

Cuando soñamos que volamos, como dos palomas torcaces por encima de un mundo infeliz, dejamos de ser quienes somos para convertirnos en pintores de madrugadas con los ojos cerrados. Debemos seguir imaginando. Fingir cosas que no pueden ser. Caducar los límites, y , sobre todo, pensar que nos queremos. Una vez me dieron la dirección de fantasía, y llevaba tu nombre en Verdana 16. No te hagas la loca, y no mires disimuladamente hacia otro horizonte. Sé la loca que me hace mirar con ella a ese horizonte confundible. Mierda, siempre me subo por las ramas pensando en ti. La realidad es que soy tu mono de feria y finjo a rabiar porque enmascaras lo malo en los carnavales de mi pecho.

Lo que se considera ceguera del destino es en realidad miopía propia.

martes, 23 de agosto de 2011

Basado en hechos figurados

Bonita mañana en la que vi un haz de luces dilapidar una época de monotonía. Con esos pasos sin disimulo te abrías paso entre mi intimidad. Cuando me preguntas el porqué de lo que pienso y padezco, yo te respondo con otra pregunta: ¿de verdad crees que pienso cuando te miro? No veo más que definiciones de justicia, paz y guerra, brillantez... mi rae personal, mi gramática prohibida. No pienso si soy libre si quedo debajo de tu burbuja. Sé que no soy conciso. Y me jode, me jode no poder dirigirte la palabra sin sopesar cuál de ellas te sacará una sonrisa mas sincera. Quisiera que entendieras que las personas cuando estamos presionadas, cuando nos sentimos en peligro o simplemente no nos gustan las consecuencias del caso x, actuamos en defensa propia. Gustar tiene varias acepciones. Sentir y percibir el sabor de las cosas por ejemplo, y tu sabor me empalaga. Experimentar gritan por otro lado, porque eres el experimento que siempre quise tener entre manos. Y otras muchas más a cada cuál más desconcertante. Quiero gustar. Quiero gustarte. Qué si es fuerte todo? Claro que lo es. No es el tiempo que hayas empleado, sino como lo has aprovechado (pendiente de una sonrisa que hizo de piedra mis ojos)

lunes, 22 de agosto de 2011

Mamá, quiero ser médico

+Doctor, doctor! Tengo un dolor en el pecho, al lado del corazón, me duele a ratos.
-¿Qué tipo de dolor es?
+Punzante, como si me clavaran una aguja en... joder, ahí va.

Represiones subcutáneas, dolores de cabeza, mareos, náuseas y algún que otro síntoma hacen palidecerse día a día a cientos de infelices. La psicología es una rama desestimada y la cual nos puede hacer algún arreglo como romper la tranquilidad que suele sondearnos. No dejamos de ser animales, tenemos instintos los cuales reprimimos gracias a? si, la mente, el ingenio y la razón. Es un arma poderosa a la vez que un escudo. Nunca quise jugar a mamás y a papás. Y si jugaba, era divorciado y con una hipoteca por delante. Me gustan los retos, me gusta ser realista, me gusta pensar que el amor no duele, porque no existe. Dejad de soñar pequeños arlequines.

El verdadero dolor es aquel que se sufre sin testigos

Esos dos enamorados, que sin darse cuenta, se suplican el uno al otro no quemarse con flechas de fuego en forma de palabras y actos propios de tragicomedia griega. Los toros se ven muy bien desde la grada, y no vale la pena ganarse la fama; una fama que sólo glorifica al invencible, que no es nadie. Ella es una chica tranquila, moderada, algo ferviente pero con una cordura loca que atrae hasta las estrellas... todo provocado por él, un capitulo demasiado largo de un libro que no vendió sino dos ejemplares. Digamos que es un tipo de buen ver, apuesto por dentro y concurrido por fuera, un fuera de serie, un correcaminos, un vividor del presente que siempre he envidiado, aunque sea capaz de desterrar sus más preciados amuletos con vida. Les gusta sentirse queridos, ser magos del deseo y regalarse esperanza y eternidad, lo que en madurez en el carro se llama suicidio voluntario. Jamás volveré a caer en la treta, y la avisé, la avisé con detenimiento. Ahora acudo a sus lágrimas poseso de la pena, con dos cañones por banda como el poema, pero cargados con balas que mas que ayudarme, se disparan contra mi mismo en un acto de contrariedad.
El verdadero dolor, el que nos hace sufrir profundamente, hace a veces serio y constante hasta al hombre irreflexivo; incluso los pobres de espíritu se vuelven más inteligentes después de un gran dolor.

jueves, 18 de agosto de 2011

And all the bad boys are standing in the shadows, all the good girls are home with broken hearts

Créeme cuando te digo que necesito un argumento lo suficientemente fantasioso como para reprimir mis instintos de autodefensa, no puedo veros reír. Es un arte infame, un vudú oriental antiguo, una tortura egipcia brotada de unas expectativas mal estructuradas, pero de las cuales no me arrepiento. Pienso que el arrepentimiento es un examen personal que nos imponemos cuando algo no nos gustó o no hemos llenado esa franja de tiempo y espacio en la que repartimos pedacitos de algo que tenemos dentro. Pienso que el arrepentimiento es fijarse en una pareja de ancianos que lucen su amor en el banco del parque, aislándose en una mirada de todo lo que les rodea. Pienso que el arrepentimiento es darse a la fuga cuando oyes las sirenas de la policía. Pienso que el arrepentimiento es la ostia que nunca le diste al matón del colegio. Pienso que el arrepentimiento, normalmente, tiene nombre y apellido y el presente más que resuelto. Con esto quiero decir que siempre actuaremos guiados por las ganas, las ansias, la necesidad o la querencia. No arrepentirse es dejar que tu cerebro le tape la boca arterial al corazón por miedo a que diga la verdad, y que duela, que duela como un balazo. Me arrepiento de todo y de nada. Conozco las consecuencias que vivo y las que no viví nunca por no ser valiente o por serlo en exceso; por callarme o por gritar a los cuatro vientos que no sé si me arrepiento de que me rondes fingiendo que te importo.