martes, 7 de junio de 2011

Les èpoques no existeixen

Los seres humanos somos impulsivos. Le damos vueltas a realidades que están lejos de nosotros, pero que nos enfocan. Vemos a mucha distancia algunas decisiones ajenas, una locura. Y en la piel de la oveja, se siente el peligro. La tendencia a cometer el delito. Las ganas de violar lo correcto. Todos sabemos la lujuria que da saber que estás haciendo algo fuera de ley. Tú la quieres, pero sabes lo que hay. Trabajas día a día lo más duro que puedes, hacer todo lo antes posible, para poder acostarte un rato mirando al techo, y trazar su cara con los ojos enlagrimados de sueño, y de sueños.
Las épocas no existen. He oído por ahí, que no importa como empieza, ni como acaba, sino lo que se vive en medio. Hay finales bonitos, que marcan el recuerdo de toda una región del corazón, pero detrás de los momentos épicos hay un sinfín de oportunidades aprovechadas o de tiros fallados, que han forjado ese final. Podemos hacerlo. Podemos volver al principio, retornar los pasos uno a uno, pisar las mismas piedras. Pero no veo por qué hacerlo. ¿Que si fue bonito? Fue precioso. Por eso mismo quiero hacerlo mejor, superar nuestra propia perfección, que demos la clase magistral y me doctores.

Eres una pesada. No tengo ni puta idea de porqué te hago tanto caso. Gente como tú la he dejado atrás y no me ha costado. Tal vez por eso me doy cuenta de que se esté escondiendo algo grande debajo de esa cara bonita. Gracias a ti sé que una sonrisa es el premio de todo lo que hacemos. Es Bealove.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

rdtfgyuhj