sábado, 29 de enero de 2011

Te puedes divertir conmigo, pero no soy un juguete

No supiste medir las consecuencias. La vida te atolondra, o eso dices. Piensas con lo de abajo y usas la cabeza solo para ponerte esas gorras que tienen una historia. Mentente lejos, eres mucho para mí, pero prefiero a la rabia, las ganas de mudarme de planeta, las ganas de salir con mis cascos debajo de la música a que la lluvia me pegue una paliza.
Puedes decirme lo que quieras, puedes prometerme muchas cosas, puedes recolorear el planeta si te lo propones, pero nunca conseguirás volver a pintarme una sonrisa. Que le quieres? Cómetelo en Jamaica, así por lo menos no lo vuelves a hacer en mis narices.
Créeme que te echo de menos. Pero también echo de menos que fueras aquella persona inocente y sincera, que sabía hacerme ver las estrellas reflejadas en un pedazo de metal incrustado en tu puta piel.
Cuando la vida me hizo daño me curé escribiendo, por eso guardé en el botiquín mis recuerdos.

1 comentario:

  1. Me encanta:)), además me siento muy identificada con lo que has escrito!:)), pasate por mi blog si quieres!:), un besito!^^

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