miércoles, 24 de agosto de 2011

En realidad, la atracción o el afecto no son más que simpatía de la costumbre.

Ningún gran artista ve las cosas como son en realidad; si lo hiciera, dejaría de ser artista.

Cuando soñamos que volamos, como dos palomas torcaces por encima de un mundo infeliz, dejamos de ser quienes somos para convertirnos en pintores de madrugadas con los ojos cerrados. Debemos seguir imaginando. Fingir cosas que no pueden ser. Caducar los límites, y , sobre todo, pensar que nos queremos. Una vez me dieron la dirección de fantasía, y llevaba tu nombre en Verdana 16. No te hagas la loca, y no mires disimuladamente hacia otro horizonte. Sé la loca que me hace mirar con ella a ese horizonte confundible. Mierda, siempre me subo por las ramas pensando en ti. La realidad es que soy tu mono de feria y finjo a rabiar porque enmascaras lo malo en los carnavales de mi pecho.

Lo que se considera ceguera del destino es en realidad miopía propia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

rdtfgyuhj