miércoles, 6 de julio de 2011

I em vaig enganxar de cara tot just trepitjar el "welcome" de l'estora

Romper el cielo a pinceladas. Como si no hubiera un mañana, saltar encima de la cama. Columpiarme hasta quedarme suspendido en el aire. Respirar el aroma a libertad. Tal vez fracase en cada uno de mis objetivos, pero siempre me quedará una ciudad, un idioma, alcohol, música, escribir. Me da igual si lees esto. Ojalá pudiera redimir las ganas de saltar por tu ventana. Fingir que no te veo, y saber que pudo ser mucho mejor. Me quedará la fantasía. Coger cada una de tus palabras teledirigidas y mandarlas de vuelta a casa. Ponerme una camisa de botones sin suspirar al abrocharme el penúltimo botón. Que cuando fume no me mires entre el humo. La rana, desde el estanque, no ve la vastedad del océano. No se imagina nada más allá de sus juncos y de su agua turbia, su hogar. Fuiste mi hogar. Me escapé por un tiempo, queriendo ver si detrás de lo bueno, había majestuosidad. Y me pegué de bruces nada más pisar el "welcome" del felpudo. Me faltas, me ahogas. Mi intención no es hacer de esto una plegaria. Juré jamás comportarme como un fugitivo. Pienso salir ahí y romper el cristal a cabezazos, y si no me abres, tendrás un fiel espectador a los pies de la fachada.

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