domingo, 5 de mayo de 2013

Días de mucho, vísperas de nada.

Ahora mismo no sé qué puedo aportar. ¿Qué deparará todo esto? Cómo equiparar la sensación de asesino con la sensibilidad de un perro muerto. No le puedes pedir a una nube que no llueva de vez en cuando. De hecho, en este momento, necesita soltar todo lo que lleva dentro. Los cántaros no aguantan la presión de las gotas que caen incesantes. Piden permiso de suicidio.
Hay días en los que hay que cambiar las soluciones. Días en los que no valen las vendas. Días gangrenados. Días sin soltura.
Días al vacío.
Días que no son casualidades.
Días que dejan de ser feligreses.
Días en el punto de mira.
Días caducados.
Días descalificados.
Días que se consumen.
Días villanos.
Días lánguidos.
Días en los que te das cuenta de que el más absoluto de los fracasos te honra.

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